miércoles, agosto 30, 2006

Tres manos


Tres manos de pintura, más diluida la primera, bastan para impregnar el qajaq lo suficiente como para que los más inquietos puedan ya probarlo en el agua. Así estaban las cosas a mediados de agosto, cuando lo estrené: a falta de más pintura, del equipo de cubierta y poco más...
Un viaje a Finlandia, a disfrutar de sus innumerables aguas interiores, ha demorado la puesta al día del blog y ha provocado, a la vuelta, este pequeño torrente de "posts" en un mismo día. Ello no ha impedido que el qajaq tenga ya las cinco manos de pintura que considero mínimas y el equipo de cubierta casi a punto. Se documentará, espero, puntualmente.

Para gustos, colores.


Hay mil motivos que justifican la elección de un color para el qajaq. Hay quien busca imitar el de la piel original, quien opta por el clásico color negro que siempre impacta, en Groenlandia actualmente se diría que el blanco les parece particularmente práctico, los he visto de un amarillo rutilante... incluso he sabido de alguien que lo pintó rosa muy a su pesar: al ser daltónico, como el 8% de la población masculina, creía que lo pintaba rojo oscuro y sus "amigos" no se lo advirtieron hasta que ya era tarde.
Para no caer en el mismo error yo he optado por la votación popular: ganó el "óxido de hierro", que he conseguido mezclando dicho pigmento con barniz marino y algo de aceite de linaza.
El tipo de pintura es otro tema delicado. Barniz marino, esmalte, látex, neopreno, poliuretanos de dos componentes... todos tienen sus defensores y sus detractores. Joan, un decano del kayak de mar en nuestra tierra y hombre puntilloso, llegó a enviar una muestra de Nylon a la fábrica de pintura para que hicieran pruebas y le aconsejaran. Como norma general baste decir que la pintura debe ser más elástica que el soporte, que no es decir poco.

brazola


Las dimensiones máximas de la brazola de la bañera vienen determinadas por la distancia entre el masik y el respaldo en un eje y por la distancia entre bordas en el otro. En la práctica, la anchura máxima viene a ser la de las caderas más cuatro dedos, y la longitud es tal que el borde delantero descansa sobre el masik y el trasero queda o justo encima del respaldo o justo antes.
Establecidas estas medidas, se confecciona una horma con la forma deseada que servirá para doblar el listón, de roble en nuestro caso, previamente tratado al vapor. Las puntas se juntan en una cuña de unos 10cm, que se puede encolar o simplemente atar.
En los qajaqs groenlandeses la brazola siempre es flotante, es decir, se agunta sobre la tela y no se hace firme sobre la estructura del qajaq. Se observa en la imagen la forma en que se recoge y tensa la tela. Se trata de una ligada contínua que corre por el exterior y entra a buscar la lona por agujeros repartidos uniformemente.
El mismo sistema, invertido, se puede usar para fijar un labio. Aquí sólo es visible, en la parte superior, la ligada que corre, en este caso, por el interior. Sobresale la "pelusilla" de la cuerda que confeccioné para usarla a modo de labio. Se puede optar por otro listón de madera, por una tira de cuero gruesa...
El logo grabado al fuego sobre el masiq es optativo, aunque no es un mal lugar para estampar la firma.

Belleza interior


Un kayak es bonito por fuera, un qajaq es especialmente hermoso por dentro, harmónico. Cubrirlo con loneta de algodón, una tela que terminará siendo opaca, duele. Hay quien lo cubre con Nylon o Poliester, que resultan translúcidos.
Se ha escrito mucho sobre el mejor material para la "piel". Yo he optado por el algodón que, con todos sus defectos, no da sorpresas. El próximo probablemente será en Nylon ligero, por probar un concepto diferente.

Costura 4


La obsesión por la tensión que comentaba al principio de la serie suele conllevar, en los constructores avezados, el "tic del tambor": un par de golpes con los dedos sobre la tela para comprobar su grado de afinación. Cuando se construyen varios qajaqs a la vez es frecuente ver a sus propietarios golpeteando qajaqs ajenos. Los sutiles cambios en sus caras muestran, más que el oído, quién va ganando.
En cuanto al aspecto de la costura... el punto es inevitablemente grueso y visible. La regularidad se agradece, pero no evita un aspecto general que he visto definido, con la envidiable facilidad de composición del inglés, como Frankenstitch.

costura 3


Por más que se haya tensado la tela longitudinalmente es posible que algunos diseños requieran una línea de costura que recoja el sobrante en las caídas de proa y popa. Según la elasticidad de la tela utilizada y, en mayor medida, según los ángulos escogidos, la costura superior no basta. El punto usado es el mismo de siempre, el que ya sabemos hacer con los ojos cerrados, con el que soñamos de noche.

Costura2


Una de las obsesiones de todo el que cubre un qajaq con tela es conseguir la máxima tensión. Parece ser que ello afecta las propiedades hidrodinámicas de la embarcación en menor medida de lo que cabría esperar, pero todo el mundo espera ver una tela perfectamente tensa. En loneta de algodón, como aquí, funciona bastante bién el siguiente procedimiento: con el casco invertido se clava la tela al listón de quilla a la altura de la popa con algunas grapas, se tensa a rabiar tirando de la tela desde proa y se mantiene la tensión con más grapas a lo largo de la quilla, se clava en las bordas también tensando con el método que parezca más eficaz, las "solapas que formarán la cubierta se irán tensando con los puntos de la costura. Todas las grapas se van quitando conforme avanza la costura. Hay que quitarlas antes de que la línea de puntos llegue a la grapa para que la tensión de la costura se reparta por todo el perímetro de la "piel".
Las pequeñas arrugas, inevitables, se resuelven al final con un planchado al vapor.

miércoles, agosto 16, 2006

Costura


El punto utilizado para la costura difiere según los autores. Hay quien cose con dos agujas y realiza una costura en zig-zag cruzado uniendo en una costura central los dos bordes doblados, otros usan una sola aguja y la tela con el borde inferior plano y el superior doblado. Me cuento entre estos últimos, por lo que la foto ilustra el método. Se trata aquí de la costura central de una baidarka, pero el método ha sido el mismo y las manos son mis manos (no hice ninguna foto del proceso de costura del qajaq!!!)
Como se puede observar, se trata de trabajar "de abajo a arriba", pinchando 2-3mm de la tela inferior antes de atravesar la superior, doblada, aproximadamente a 1cm del doblez. Se avanza con la aguja en diagonal por debajo y transversal por arriba, de tal forma que el punto visible queda a 90º de la línea de costura. En el proceso se va tensando la tela con cada puntada y el grado de tensión se gradúa acercando o alejando el doblez. No hace falta una aguja curva, he cosido todo el qajaq con una recta, de velero, triangular. No hay que sucumbir a la tentación de usar unos alicates porque marcan la aguja que luego no se desliza con facilidad. Mucho mejor usar un rempujo de velero o algún otro tipo de dedal grueso que se puede improvisar con la propia tela y algo de cinta adhesiva.

lunes, agosto 14, 2006

Listo para congelar


Antes de coser la lona se puede envolver cuidadosamente el qajaq en plástico de embalaje con la excusa de probarlo. Se le dan vueltas de proa a popa primero y de popa a proa despues, de manera que el solapamiento quede a favor de la corriente de agua. Dicen los manuales que así aguanta flotando unos diez minutos siempre que no se hagan maniobras demasiado bruscas ni se navegue "marcha atrás". Lo cierto es que aguantó lo que quisimos: lo probaron cinco usuarios distintos, hicimos todo tipo de maniobras incluidos tres esquimos a cargo del animal marino que se observa en la foto medio camuflado con la boya, estuvo 45 minutos en el agua y lo sacamos porque ya nos estaban esperando para una cena de celebración de la semi-botadura.
Magníficas impresiones! y alguna decepción: la de los congregados en la playa que esperaban un hundimiento anunciado.
Al día siguiente por la playa corría la voz de que alguien había navegado en un kayak envuelto en Celo!!!
Es una idea.

martes, agosto 08, 2006

Aceite


La estructura ya terminada se protege con un par de manos de aceite. El de linaza es el más habitual. Sirve cualquiera de los llamados "aceites de teka" que se han popularizado como protección de muebles de jardín. En mi caso aproveché media lata del aceite de Tung, una nuez oriental, que suelo utilizar para las palas tradicionales.

Piercing salvaje


Las brocas de tres puntas taladran la madera de una forma limpia y rápida. He comprobado que pueden hacer lo mismo con un dedo, aunque con no tanta limpieza. La primera norma al trabajar con herramientas potencialmente peligrosas (y todas lo son) es mantener las manos lejos de la trayectoria prevista o posible de la herramienta. El cansancio, el calor, la rutina... y la estupidez, me hicieron olvidarla cuando estaba taladrando juntas maderas de distinta densidad. El agujero, que debía ser ciego, acabó siendo pasante de una forma tan brusca que la broca de 6mm siguió su trazado dentro del dedo índice de mi mano izquierda causando un considerable destrozo. Cinco semanas después ha cicatrizado aceptablemente bién, aunque he perdido la sensibilidad en los dos centímetros finales. Los errores tipográficos sobre el teclado son sólo la menor de las molestias.

Tirantes de cubierta


El masik y los dos o tres baos siguientes se atirantan con listones enclavijados. Se tallan encajes en el masik para dejar los listones casi al ras y se añaden espaciadores donde resulten necesarios, como puede ser en el reposapies si se desea espacio para mantener el pie más vertical. En la cubierta de popa no hace falta más que enclavijarlos. Se observará que los listones son de sección sorprendentemente pequeña, pero no hacía falta más dado que los corté en madera de ipe, tan densa y resistente que ni siquiera flota. Dado que para entrar en el qajaq hace falta sentarse en los tirantes traseros, deben ser lo suficientemente resistentes.
Se puede observar el perfil definitivo del masik, que se ha hecho firme con dos clavijas inclinadas a cada lado.

Masik


El masik es el travesaño con forma de arco que queda justo encima de las rodillas. Es una pieza clave en el gobierno del qajaq. Su forma se determina colocados dentro del qajaq, que ya soporta nuestro peso a pesar de todos los crujidos. Cinta métrica, plantillas de cartulina... y a trazar una curva armónica y ajustada a la altura correcta en que nos sintamos cómodos. Su posición longitudinal ya está decidida y sigue marcada en las bordas, cosa que no impide que se pueda modificar si parece conveniente.
El ajuste contra las bordas debe ser firme en tanto que va a soportar bastantes presiones. Para conseguirlo recurrimos al método de la plantilla con trocitos de cartulina, en este caso, "tridimensional". Se construye un "cajon" que tenga como luz el grueso del tablon de madera dura que hayamos seleccionado para el masik. Se coloca en su sitio y se ajustan las cartulinas por la parte interior del cajón. El futuro masik se coloca dentro del cajon y se marcan las inclinaciones de las cartulinas, que se corresponden con la de las bordas, y el canto inferior del cajón, que se corresponde con el plano de cubierta. Se corta a mano, se comprueba el encaje, y se traslada la curvatura que hemos decidido para el masik. Se trata de confeccionar una pieza robusta pero no exageradamente gruesa, por lo que se recurre a maderas duras o semiduras. El masik se verá terminado en el siguiente post.

Placa de transición (?)



Quedan pocos detalles para terminar la estructura. De hecho, el Masik, los tirantes de cubierta y las placas de transición, que es el nombre, poco afortunado, que le doy a la pieza que afina la transición entre las bordas y las piezas de proa y popa en el plano de cubierta. Se trata de confeccionar una pieza de unos 10mm de grosor, curvarla al gusto y encajarla en su sitio, que es el que se habrá preparado con la técnica que se muestra en la foto: cortes de sierra hasta la profundidad deseada y vaciado con formón. Se encaja y se afirma con el procedimiento ya conocido de las clavijas inclinadas.

miércoles, agosto 02, 2006

Stringers


Lejos, muy lejos de mi intención sentar cátedra aquí sobre la estabilidad de un kayak. Miedo me da escribir siquiera los conceptos "estabilidad primaria" y "estabilidad secundaria" que tanta tinta han hecho correr. Baste decir que la posición de los dos stringers determinará abiertamente el comportamiento dinámico del qajaq.

De entrada existen unas limitaciones claras:
  • los stringers no se pueden colocar de tal manera que la piel acabe tocando las costillas, teniendo en cuenta la presión del agua. Si se tensa un cordel que toque quilla-tirante-borda a la altura de una costilla, se podrá observar el espacio que le estamos dejando a la piel para ceder a la presión del agua antes de tocar la costilla. No debería ser inferior a los 6-7mm en el centro de la embarcación. Podemos ser más tolerantes en las bordas.
  • los stringers no llegan a las puntas, se juntan antes de las piezas de proa y popa o justo encima, de tal manera que parecen desaparecer gradualmente hacia los extremos, cosa que se puede comprobar tensando una pieza de punto (una camiseta, por ejemplo) en estos lugares.
  • los stringers, vistos desde un extremo, deberían formar una curva simple, no espiral. Su forma se debería parecer a la del borde de un vaso inclinado y no a la de una mondadura de manzana, por ejemplo.
  • los stringers deben ser simétricos. Se consigue trabajándolos juntos (como hicimos en las bordas) y, una vez fijado el primero, copiar su posición en el segundo tomando como referencia su distancia a las bordas o a la quilla (si está bien centrada, como sería deseable) Un largo compás de puntas resulta aquí y en la quilla de gran ayuda.

Respetando esto, su posición es variable dentro de unos márgenes. Para simplificar, si se acercan hacia la quilla disminuye la estabilidad primaria (se entienda esto como se entienda) y aumenta la secundaria. La embarcación tenderá a ser "eléctrica", como la definen algunos, "nerviosa", pero "se aguantará" al cantear. Si se alejan de la quilla sucederá lo contrario. No se pueden obrar milagros en tanto que las costillas ya tienen su forma, pero se podrá observar que la variación es considerable. Dos centimetros a cada lado son una enormidad. Conviene tenerlo en cuenta a la hora de doblar las costillas e irse imaginando las formas resultantes con los stringers.


Hay quien afila los tirantes cepillando gradualmente el último metro y medio hasta dejarlos a la mitad de su grosor y anchura. No parece una mala práctica.

Listón de quilla


El listón de quilla se enclavija a las piezas de proa y popa con clavijas de diámetro suficiente (8mm) Los agujeros se hacen inclinados, con inclinaciones opuestas, de manera que no se separen las piezas a unir. La foto muestra el proceso acabado, pero en realidad se enclavija antes de las ligadas y antes de colocar los stringers. Es el primer proceso que liga el kayak "tridimensionalmente", "triangulándolo", por lo que todavía se está a tiempo de modificar el arrufo de la embarcación: una vez el listón firme en un extremo, antes de fijar el otro se carga peso en el centro de la embarcación si se quiere disminuir el arrufo, o en las puntas si se quiere aumentar (la embarcación está invertida) Se fija el listón sobredimensionado dejándolo sobresalir por los extremos y se enrasa después de enclavijado siguiendo las caídas de proa y popa.

Ligadas continuas


La quilla y los tirantes (stringers) se hacen firmes a las costillas con el mismo tipo de ligada continua, que no es fácil de describir. La foto sólo muestra el aspecto final, con dos pasadas, por lo que no ayuda a entender el proceso.
Lo intentaremos:
Supongamos que ya estamos en una ligada central y que avanzamos de derecha a izquierda con la embarcación invertida quilla al aire, como en la foto. El cordón, que nos llega por la derecha, se pasa primero por el agujero del listón hacia la parte más alejada de nosotros (de dentro a fuera, por decirlo de alguna manera) Despues se lleva por la derecha de la costilla, bajo ella, por la izquierda y vuelve a pasar por el agujero (de fuera a dentro). Ya otra vez a nuestro lado, se lleva a la derecha de la costilla, por debajo, sale por la izquierda de la costilla y antes de llevarlo a la siguiente costilla se pasa por debajo del firme (el trocito de cordón que desciende ante nosotros, desde el agujero hacia la derecha de la costilla) de manera que al tensarlo, se tensa el conjunto. Cuando se han ligado todas las costillas desde un lado, se repite el proceso desde el otro, con lo que se dobla la ligada y todo queda sorprendentemente rígido. Se podría hacer con ligadas individuales, pero hay quien asegura que el conjunto adquiere demasiada rigidez.
Si se ha entendido el proceso, la ligada inicial y la final se dejan al buen saber del lector, que sin duda será mucho.

Piezas de proa y popa (plantillas)



Para realizar un encaje ajustado el método de las plantillas es ideal. Se parte de un tablón del mismo grosor que el definitivo, se coloca sobre la superficie previamente preparada de las bordas (se han planeado a 90º en toda la superficie que entrará en contacto con la pieza, rebajando hasta que el extremo es de la misma anchura que el grosor de la pieza a añadir) y se le pegan trocitos de cartulina que marquen el perfil definitivo. Este perfil formado por el canto de la plantilla y los añadidos de cartulina se traslada al tablón y se recorta de la forma habitual. El espacio libre en la punta de las bordas, entre clavijas, rebajes y ligadas, acaba siendo mínimo, por lo que conviene planificarlo con atención. El sargento aguanta temporalmente la plantilla.

Piezas de proa y popa


Las piezas de los extremos se aguantan al principio únicamente por las dos ligadas en V-Y que se pueden observar. Posteriormente se harán firmes a la quilla con clavijas. Para recortarlas se empieza por encajarlas en las bordas con ayuda de una plantilla (próximo post) y a continuación se definen los perfiles: el superior es continuación de la línea de cubierta, el frontal se determina a ojo según las preferencias de cada cual, el inferior es prolongación de la quilla. Algunos qajaqs fuerzan una curva inversa en la quilla, en la pieza de popa, que actúa a modo de "orza". Yo lo he hecho muy discretamente como se podrá observar en posteriores imágenes. La costilla número 1 no tiene longitud suficiente para ser doblada y que dé el perfil necesario, por lo que se suele partir y sujetar las dos mitades con una ligada (o medio partir, como en mi caso) Otra opción es doblar una costilla más corta y añadir un espaciador (se verá en la popa)

clavijas en las costillas


La tensión de la tela mantendría las costillas en su sitio pero no está de más añadir una clavija de 3mm en cada una que atraviese la primera pared, la costilla y parte de la segunda pared (imprescindible un tope de profundidad en el taladro). Se puede hacer por el interior o por el exterior. Maligiaq Padilla lo hace por el interior. De cualquier forma, es rápido y barato: palitos de pinchito de 3mm, a poder ser, de bambú.

vapor


He estado dudando si colgaba la foto de mi "cámara de vapor" y al final me he decidido no porque sea un ejemplo a seguir sinó como muestra de que no hace falta fabricar un modelo espectacular, con aislante etc... Se trata, al fin y al cabo, de asegurar un flujo constante de vapor a lo largo de toda la pieza a doblar, sin necesidad de crear una olla a presión. Por tanto, la mejor opción como "tapón" es un simple trapo. Por el mismo motivo conviene elevar las piezas de manera que no queden en contacto con la pared inferior del recipiente. Yo he usado a este fin una rejilla plástica enrollada dentro del tubo de PVC. El tubo en cuestión se reblandece pronto, hasta el punto que hay que procurarle un soporte. Y poca cosa más, tener cuidado en la elección de los guantes y controlar rigurosamente los tiempos porque un exceso de vaporizado vuelve la madera quebradiza. Yo he usado tandas de 4 o 5 costillas introducidas a intervalos que me permitieran aprovechar los 30 minutos de vapor de mi montaje. Un nijo de unos 12 años con un cronómetro en la mano se convierte en un ayudante extraodinariamente útil y feliz durante unas horas.

martes, agosto 01, 2006

Bonita colada


¿Qué puedo decir? Pau Calero de Skkayak ha cumplido y me ha hecho feliz con una edición limitada del diseño de camiseta que hemos ido perpetrando juntos. Además, sin decírnoslo, hemos coincidido en el color del estampado y en el del qajaq: óxido de hierro. Me encanta mi colada!