viernes, octubre 06, 2006

Empatías


No acabo de entender qué tiene la unión de la madera y el mar que despierta en la mayoría de la gente lo mejor de sí mismo. Desde que me dedico a esto con una cierta intensidad, noto que recibo más de lo que doy, que la gente se esfuerza por atender mis necesidades y comparte mis emociones con enorme facilidad.

Los múltiples encargados de los diversos almacenes de madera que voy visitando no tardan en abandonar su habitual pose distante y un tanto despectiva cuando saben el destino de los tablones de la rara madera que insisto en escoger con exagerada meticulosidad, de manera que me permiten libertades que probablemente les niegan a otros sin duda mejores clientes. Pensaría que es fruto de mi habitual amabilidad (!?) si no fuera porqué he visto dispensar el mismo trato a un carpintero de ribera, de origen británico, con el que coincidimos escogiendo madera obsesivamente de pilas vecinas, mahogany él y cedro yo, y con el que intercambiamos, a falta de más palabras, empatías.

El carpintero profesional que tiene la gentileza de cederme su "maquinaria pesada" para los trabajos más duros, siempre atareado, abandona al instante lo que esté haciendo para valorar conmigo el mejor corte que darle a los tablones que ni siquiera le he comprado a él. Despues atiende, curioso, a la detallada explicación de mis futuros proyectos para terminar alabándole yo su oficio y él mi afición, ritualmente.

Muchos de mis "ex-alumnos" no desaprovechan la ocasión de agradecerme lo que conmigo han aprendido, algunos de forma tan pública y cariñosa como lo hace Ramon (blau) en su blog.

Y mi familia... en lugar de recriminarme en justicia el tiempo que les robo, procuran colmarme de detalles. Un ejemplo: el bote de pintura en espray, regalo de mi hijo, lleva una etiqueta personalizada que, traducida, viene a decir: "Para que puedas sacar tantas paddles de tantos insides como quieras"

No sé si me los merezco.

1 comentario:

blau dijo...

Por la parte que me toca, solo decir que no solo, me alegro de lo que cuentas, si no que ademas,no me extraña. Siempre he querido pensar que uno, obtiene lo que ofrece y eso es simplemente lo que a ti te ocurre. Recibes lo que ofreces. Esta vez no voy a catalogarlo. Que cada uno que le ponga nombre a su manera de verlo.
Un abrazo.
Blau.
P.D. Por cierto ahora que te debo dinero te quiero mas que nunca.
Si no es antes, en Murcia perdemos este amor.